El Método Suzuki es el método de enseñanza desarrollado por Shinichi Suzuki, el cual se basa en una sola idea, que el llama de la «lengua materna”. El Dr. Suzuki observó que todos los niños aprenden a hablar sus propia lengua con gran exactitud, reproduciendo hasta los acentos locales, para lo cual, pensó, se necesita una gran capacidad. Los niños están impregnados por los sonidos de su lengua desde su nacimiento, lo que le hizo intuir que si los niños estuvieran envueltos por los sonidos musicales del mismo modo, desarrollarían una habilidad tan extraordinaria en la música como en la lengua. La música es un medio sonoro como la lengua materna; los dos recurren a los mismos órganos sensoriales. No se espera de un niño que sepa leer antes de enseñarle a hablar, por lo tanto no se les pide nociones de solfeo para reproducir sus piezas.
La idea del Dr. Suzuki no es solamente un método de educación, sino también una filosofía en el respeto al niño como persona y en el concepto de que la habilidad no se hereda sino que se aprende y se desarrolla. El llama a su método“Educación del talento” porque cree que el talento no es otra cosa que el desarrollo de las capacidades presentes en cada niño.
Una de las ventajas de este método es el desarrollo de la capacidad de retener fácilmente. Desde el principio los niños que siguen el Método Suzuki aprenden a memorizar y a reproducir ritmos y melodías, gracias a la escucha. El resultado del entrenamiento de la memoria y la concentración se reconoce inmediatamente en el trabajo instrumental. El entrenamiento de una buena memoria genera una buena concentración y la interpretación surge de por sí. Este desarrollo de la memoria en los niños repercute hasta en su trabajo escolar a menudo basado en esta capacidad.
Aprendizaje del instrumento de una manera lúdica, en donde los niños se familiarizan con el instrumento mediante juegos, pretendiendo que se adquiera una relación con el instrumento, para hacer del aprendizaje algo ameno y que el violín o el piano, sea uno de sus juguetes preferidos.
El niño desarrolla así su memoria y su concentración, como ya hemos dicho, pero también desarrolla las siguientes capacidades:
Las clases consisten en una clase individual y una clase colectiva a la semana. A la clase individual asiste el padre o la madre que se va a encargar de la educación musical. Cada clase tiene una duración de 20 a 30 minutos, según la edad y la capacidad de concentración del alumno. La clase colectiva tiene una duración de unos 30 minutos y se desarrolla en compañía de otros alumnos del mismo nivel para aprender a tocar en conjunto y a socializarse en su entorno musical.
El resultado obtenido es el desarrollo de la personalidad de cada alumno, ayudando y complementando su formación cultural.
Miles de alumnos, padres y profesores disfrutan, en todo el mundo, de este novedoso método para aprender los conceptos teóricos y prácticos del Lenguaje Musical. Es un complemento extraordinario al aprendizaje instrumental, donde los alumnos se relajan y cooperan con sus compañeros, se atreven a crear nuevas formas de jugar, y comprenden cada uno de los conceptos teóricos que les ayudan a mejorar.
Los niños progresan constantemente y sin darse cuenta.